Derivaciones de Bruno Bresani
Cinco errores
ERROR I
Vergonzosa es la verdad arrastrándose, renunciando, solo deteniéndose frente a los que conoce para escupirles engaños, eligiendo ser infiel, eligiendo hundirse, eligiendo formar parte del abismo, de la caída, del cuerpo avergonzado que se retuerce en sus pliegues, en sus grotescos poros, su renuncia es al respirar, ha elegido ya no jugar.
ERROR II
Siempre renuncio a la comodidad, siempre grito por los engaños, mis principios se ahogaron en los lugares comunes, en las ilusiones plastificadas, odio a la gente que se ríe cuando reconocen al otro, cuando escuchan lo que nos envuelve, me da asco el respirar junto a ellos, la corrupción es la única alternativa para movilizar este empantanado mundo de ministerios públicos que se duermen en el olor de la comida podrida de sus vidas encalladas, de sus lenguas engendradas en los orificios de sus engaños.
ERROR III
Ya es demasiado tarde para las revoluciones podridas, estamos en uso horario de las leyes corruptas, de las alas desmanteladas, de las falsas caídas, ya es demasiado tarde para sentarse y esperar el golpe que nos deje inconscientes. Todos absolutamente todos hemos sido comprados por una maquinaria de desechos, de inutilidades, de amenazas, de gritos para proteger nuestra ineptitud, solo buscamos el poder tropezarnos para no avanzar más al desfiladero de lo inamovible, de lo inevitable.
ERROR IV
Renunciar es la única opción, el seguir engañándome mediante alegrías pasajeras ya no me satisface, mis defectos se infiltran como la crema en los poros, me miro al espejo para decepcionarme antes de enfrentar las caras de desaprobación de mis colegas, me arrastro solo para no escuchar más lo lamentos de mi inconsciente, esta es la modernidad de nuestras vidas urbanas, de nuestras inexactitudes, de lo falso que es el cotidiano, me sentare a ver otra telenovela y borrarme una vez más.
ERROR V
Es vano decepcionarte, ya no estás incluido, ya no existes, fuiste borrado por las buenas costumbres, los espejos solo reflejan la sombra que te engaña para hacerte pensar que respiras. El anverso es tu refugio, cometes delitos que no son escuchados, que no son percibidos, eres la frustración de la melancolía, eres la decepción del insomnio que se duerme engañado por el cansancio de tu existencia.