
La práctica artística de Andrés Orjuela se centra en el cuestionamiento crítico de las estructuras de poder político, económico y mediático, a través de una relectura visual de archivos fotográficos desechados o marginados. Su trabajo parte de la recuperación y resignificación de imágenes provenientes de medios impresos, en especial aquellas ligadas al periodismo sensacionalista y a la narrativa de la violencia, como es el caso del archivo del extinto periódico colombiano El Espacio.

Orjuela se apropia de estas imágenes para desenterrar sus múltiples capas de sentido, interviniéndolas mediante técnicas como el grabado, la ilustración, la impresión y el escaneo de alta resolución. En lugar de limpiar u ocultar las marcas del tiempo, el artista destaca las huellas del proceso editorial: sellos, correcciones, anotaciones a máquina y a mano, manchas y desgastes que revelan tanto el contexto de producción como la historia del abandono del archivo. En su obra, el reverso de la imagen cobra una dimensión tan importante como el anverso, integrándose como parte esencial del relato visual.

Su gesto artístico no es solamente de rescate, sino también de transformación: imprime las fotografías en gran escala y les aplica una iluminación pictórica que remite a las postales coloreadas de antaño, abriendo un diálogo entre documento y arte, entre memoria y representación. Así, Orjuela convierte estos fragmentos descartados en poderosos dispositivos de análisis social, que evidencian cómo las imágenes construyen realidades, fijan ideologías y reproducen violencias.

Más allá del acto de archivo, su obra se propone como una arqueología visual del olvido y como una crítica sensible a la forma en que los medios configuran nuestra percepción del horror, la cotidianidad y el poder.



