
Pregoneros de Medellín constituye una obra paradigmática del documental transmedia latinoamericano, al articular una experiencia inmersiva donde la oralidad, el sonido y la interacción digital se conjugan para visibilizar un sector social históricamente marginado, de los vendedores ambulantes. A través de un recorrido virtual por la ciudad de Medellín, el proyecto invita al espectador a devenir interactor, participando activamente en la construcción del relato, en una operación que desplaza la jerarquía tradicional entre emisor y receptor propia del documental clásico.

Desde su concepción estética y tecnológica, Pregoneros propone una relectura del espacio urbano como archivo sonoro y afectivo. La ciudad se muestra como una trama viva donde las voces de los pregoneros devienen huella y resistencia. Sus cantos —repetitivos, humorísticos o poéticos— se configuran como un lenguaje de supervivencia, una forma de autogestión simbólica frente a las desigualdades del trabajo informal. El documental convierte estos cantos en material narrativo y sonoro, reivindicando el oído como sentido político y poético.

El dispositivo interactivo, diseñado con tecnologías abiertas encarna una ética del conocimiento compartido. El código abierto y la navegación libre invitan al usuario a crear su propio recorrido, generando una experiencia no lineal que se asemeja a la deriva urbana. Esta estructura rizomática responde al espíritu transmedia del proyecto, que se expande a otros soportes —televisión, exposiciones fotográficas y un largometraje documental—, reforzando la idea de que la memoria y la cultura popular no pertenecen a un único medio, sino que circulan, se adaptan y se reconfiguran en cada interfaz.

A nivel discursivo, Pregoneros subierte las lógicas de representación hegemónicas, en las cuales en lugar de hablar sobre los trabajadores informales, les permite hablar desde su propia experiencia. La interfaz se convierte en un espacio de escucha activa, donde la voz popular es presentada como una práctica cotidiana de dignidad y resistencia. En este sentido, el proyecto opera como un contraarchivo sonoro, el cual rescata aquellas voces efímeras que usualmente quedan fuera de los registros institucionales, y las reinscribe en la memoria digital.

El recorrido virtual, que se realiza “con los oídos, los ojos y el corazón”, reconfigura la experiencia documental hacia una poética del encuentro. El espectador se deja afectar por la musicalidad y el ritmo de la vida callejera. El sonido —más que la imagen— organiza la narrativa, marcando un desplazamiento desde la visualidad dominante hacia una escucha situada, corporal y política.
Pregoneros de Medellín es una experiencia transmedia que transforma el documental en una plataforma de interacción sensorial y social. Su potencia radica en entrelazar la tecnología con la sensibilidad popular, la estética con la ética del cuidado y la escucha. A través del canto, la obra revela cómo la voz —como archivo vivo— puede devenir territorio de resistencia, memoria y afecto en la era digital
