
La incorporación de software gratuito en la producción de documentales transmedia es una decisión política y estética que redefine quién puede producir narrativas y desde dónde. El acceso a herramientas libres como Canva, Audacity, Twine, CapCut o plataformas como DocExplore y H5P abre la posibilidad de crear relatos complejos sin depender de infraestructuras profesionales costosas. Sin embargo, esta democratización técnica no garantiza por sí misma una democratización de la mirada. El riesgo es creer que el acceso a las herramientas equivale a la construcción de una narrativa crítica. Lo central sigue siendo la ética y la intención detrás de la producción.

Canva, por ejemplo, permite articular microrelatos visuales y construir identidades gráficas coherentes en diferentes plataformas. Su valor narrativo radica en cómo organiza la visualidad como una capa expresiva. La cuestión es pensar cómo la imagen comunica afectos, tensiones y relaciones de poder dentro del universo transmedia.

Audacity, introduce una dimensión de escucha. El sonido abre espacios para narrativas sensoriales y testimoniales que no dependen de lo visible. La creación de paisajes sonoros y podcasts coloca la voz, el susurro, el silencio y el ambiente como elementos expresivos que amplían la experiencia narrativa. Es una herramienta para restituir otras formas de presencia, lo cual puede ser decisivo cuando se trabaja con memorias sensibles o experiencias comunitarias.

Twine y plataformas como Quest o Arrow plantean otro giro, la posibilidad de construir relatos no lineales donde el usuario participa activamente. Este tipo de narrativa puede descentralizar el punto de vista del autor, pero también exige una reflexión sobre la responsabilidad de quien habilita las rutas. Permitir que el usuario “elija” no garantiza que la decisión sea ética o cuidadosa. El diseño interactivo debe preguntarse siempre: ¿qué experiencia se ofrece?, ¿qué se expone?, ¿qué se sugiere?, ¿qué se calla?

CapCut, por su accesibilidad, invita a pensar en el montaje como una práctica afectiva. Su uso intensivo en redes lo convierte en un medio potente para crear piezas breves que expanden un universo narrativo.

Finalmente, herramientas como DocExplore y H5P permiten activar el archivo de manera viva. Se trata de crear interfaces que produzcan vínculos. Aquí el desafío es crear presentación que invite a la interpretación, la pregunta y la continuidad de la memoria.

