Autora – Nosi
No sé si estaba despierta o dormida, realmente tengo como cuatro ojos cuando cae la noche, unos ojos en blanco despiertos con las pestañas medio largas y muy largas sobre mi frente, no siendo el ojo que todo lo ve, sino más bien los ojos insomnes que pestañean y pestañean mientras mis ojos por decir reales pegados muy incrustados a mi pequeña cara se encuentran cerrados, así es casi siempre especialmente ayer cuando decidí describir mi sueño como no lo hacía desde hace mucho tiempo. Entre los cuatro ojos caí dormida, de vez en cuando se abría uno de los insomnes, se cerraba sin que yo lo pidiera porque realmente esos ojos de juguete que así los percibo, que también podría descifrar que eran como de fantasma o muñeca, no sé, algo así… Ahora, que recuerdo toda la madrugada el color de los ojos (los 4) eran negros, muy negros, una estela de oscuridad se postró en mi almohada, soñaba con ello y me sentía realmente tranquila entre todo mi misterio, según yo esas estelas negras sobre mi cabeza era un secreto que resolver, ¿cuál? No lo sé, igual y mis propios deseos de tener un lobo colmilludo entre mis piernas como el que en el sueño llegó de una noche muy larga y donde mi sudor fue demasiado, bañada en sudor en interminables gotas como una gran excitación, mucho deseo de ser penetrada por mi amante preferido. Siempre termino confundida al describir realmente lo que pasa, como puedo tener paciencia para hablar… Hablo dentro mío y dormida, discutí dormida esa madrugada, pero fueron solo balbuceos y es ahí cuando por fin entiendo que en mi sueño pasaban cosas extrañas como no poder comunicarme realmente con la persona que deseo y partir en el maldito odio inventado hacia alguna persona que no entiende mi intimidad. Soñé con estar desnuda en mi baño y que las miradas de amantes que realmente no existen me miraban, miraban mi lengua, desde muy lejos con los grandes poderes magnéticos y adivinatorios como de mago, podrían hacerlo, podían ser los voyeur y violar mi intimidad para que yo al darme cuenta pudiera destrozar mis brazos, ser otra muñeca más, destrozar mis ojos, arrancarlos, eso soñé y bueno, si me pongo cautiva ante mis otros sueños, han sido repetitivos, muchos sudores como cuando consumes alguna droga y se expone en el organismo de una manera muy cansada y que es cuando deseas que amanezca.
Es difícil la noche, a veces entre el Rivotril y el agua helada que tomo, se hace más ligero el momento de entrar al inframundo.
Agarro mis senos, aprieto un poco mi garganta y así el lobo a lo mejor vendrá y se irá libre a mis miedos.